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5 consejos para perder peso

•Incrementar el consumo de verdura fresca diaria. 
La verdura verde en cocciones cortas nos aportará vitaminas y minerales, y es ideal para depurar nuestro cuerpo de grasas y toxinas.  Por ejemplo un salteado de judías verdes, flores de brócoli escaldadas o endivias a la plancha.
La verduras de raíz y redondas como la cebolla, calabaza, las zanahorias, o la chirivía en cocciones más largas, nos aportarán dulzor a nuestros platos.
La verdura en general es rica en fibras que ayudan a mejorar el tránsito intestinal.
El consumo de verdura diaria está demostrado que ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares. Es un importante regulador de nuestro organismo y son ricas en antioxidantes, fundamentales en la prevención del cáncer.
•Masticar de 30 a 50 veces, facilitará la digestión, nos relaja, y ayuda a apreciar mucho más lo que estamos comiendo.
De una buena masticación, depende la calidad de digestión y absorción de los alimentos. Además influye directamente en nuestro estado de animo. Para ello siempre es aconsejable comer en un ambiente relajado, sin tensiones ni discusiones.

•Cenar ligero y temprano.
A las siete o como máximo a las ocho de la tarde.
Esta debería ser la comida más ligera del día, con el objetivo de acostarnos con la cena ya digerida.
Nuestro cuerpo se guía por unos biorritmos, y cuando el sol se va y llega la noche deja de suministrarnos ciertas sustancias encargadas de la digestión. Además nuestro organismo entra en una fase de reposo, y aún más cuando nos vamos a dormir, donde se consume muy poca energía.
Si cenamos tarde y abundante toda la comida que nuestro cuerpo no requiere en ese momento, la transforma en reservas, es decir en grasa.
También nos ayudara a evitar los frecuentes problemas digestivos, derivados de acostarnos con la barriga llena, como los ardores de estomago por la mañana.

•Evitar los postres.
Cuando hemos comido un primer plato y hasta un segundo, nuestro cuerpo tiene todos los nutrientes que necesita. Si añadimos unos postres, o incluso fruta, nuestro organismo lo detectara como excedente de energía y lo transforma en grasa.
Estos azucares además van a dificultar la correcta absorción de estos alimentos que previamente hemos comido.

•Y por último, pero no menos importante, el ejercicio físico.
De veinte a treinta minutos al día de ejercicio aeróbico, ayuda a movilizar las grasas, y poder eliminarlas con mayor rapidez.
Practicar nuestro deporte favorito o pasear, adecuando siempre la intensidad a nuestra capacidad, reduce las retenciones de liquido, y  mejora la salud de nuestro corazón. 

        David Gasol Mestres
        Domingo 12 de septiembre de 2010

DAVID GASOL 

 NUTRICIÓN NATURAL Y ENERGÉTICA

 

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