Actualmente podemos encontrar miles de productos químicos en el mercado, entre los que se encuentran pesticidas, fertilizantes, y demás, con el objetivo de evitar plagas, que puedan destruir una cosecha, acelerar los procesos de crecimiento y maduración, o sacar el máximo rendimiento de la tierra.
Estos productos, directa o indirectamente pueden terminar en nuestro organismo a través de la alimentación.
Está ampliamente demostrado los efectos negativos que tienen estos químicos en el organismo. Sin embargo su uso en la actualidad es mayoritario, llegando a nosotros a través de las frutas y vegetales, o indirectamente a través del agua o los animales contaminados.
Estas sustancias también se acumulan en nuestros tejidos, riñones, hígado, huesos y grasa, afectando directamente nuestros órganos vitales, sistema nervioso, y la actividad hormonal. Siendo cancerígeno, y desencadenante de otras enfermedades.
Por eso es tan importante el cultivo y consumo de vegetales ecológicos. Alimentos naturales, saludables, y con todas sus propiedades nutritivas.
En la producción ecológica no se utilizan sustancias químicas de síntesis, ni adobos químicos. Tampoco se utilizan transgénicos, ni organismos modificados genéticamente.
La agricultura ecológica es respetuosa con el medio ambiente, y los ciclos naturales, conservando la salud de la tierra, del agua, de los animales y el equilibrio entre ellos.
Gracias a su proceso natural de maduración en el propio árbol, su contenido en azucares, vitaminas, y minerales es mayor, dando lugar a un producto de alta calidad, tanto a nivel organoléptico como nutricional.
Todos los productos que han sido etiquetados con el sello, que les avala como un alimento de producción agraria ecológica, han pasado estrictos controles de acreditación.
Consumir productos ecológicos es hacer salud, y ayudar a conservar el medio ambiente para que nosotros y las próximas generaciones puedan gozar de este planeta tal y como lo conocemos.

Lunes 18 de octubre de 2010
David Gasol Mestres