Las dos caras del azúcar
Hoy en día podemos encontrar en cualquiera de nuestros supermercados, una gran cantidad de productos azucarados y la mayoría de ellos provienen de la industria alimentaria en forma de productos altamente procesados.
Las bebidas azucaradas de cola, la repostería, las golosinas, zumos de fruta concentrados o néctares de fruta, incluso la gran mayoría de cereales hinchados para el desayuno, contienen una alta cantidad de azucares refinados.
Los azucares o hidratos de carbono son cadenas más o menos largas de carbono, hidrogeno, y oxigeno. Estas sustancias actúan como combustible de nuestro organismo. Nutren el sistema nervioso, los músculos y el cerebro.
Según su complejidad estructural hablaremos de azucares simples o complejos.
Los azucares simples son solubles en agua, y al tener una estructura química poco compleja, rápidamente pasan a nuestra sangre en forma de glucosa. Estos azucares son los que podemos encontrar en el azúcar refinado o de caña, caramelos, bebidas azucaradas, colas, o incluso en la leche. Cuando los consumimos rápidamente alcanzamos altos niveles de azúcar en sangre, generando hiperactividad en todo nuestro organismo, y al poco tiempo veremos como estos niveles de azúcar en sangre descienden vertiginosamente generando hipoglucemias, falta de energía, que intentaremos solucionar consumiendo algo más de dulce o estimulantes, entrando así en una montaña rusa energética a lo largo del día. Además si consumimos más de la cuenta o simplemente nuestro organismo no puede gastarlos en ese instante, , lo transformamos en grasa fofa, superflua, o colesterol que obturará nuestras arterias.
Sin embargo también existen los azucares complejos, de absorción más lenta. Gracias a su estructura química con más enlaces, tardará más tiempo en pasar a la sangre en forma de glucosa, evitando picos de azúcar en sangre. Estos azucares son los que encontramos en gran proporción en los cereales integrales y la verdura, y nos proporcionan azúcar en sangre durante un periodo mas largo de tiempo sin hacer subidas ni bajadas bruscas, generando una energía más larga y estable, sin altos y bajos, dándonos claridad y vitalidad.
El consumo de cereales integrales en cada comida, nos va a proporcionar un azúcar en sangre de alta calidad. Además el consumo de verduras redondas y de raíz como la cebolla, la zanahoria, la chirivía o la calabaza, en cocciones largas como puede ser una crema de verdura nos proporcionará dulzor y cremosidad, evitando así tener la tentación de otros dulces menos saludables.
David Gasol Mestres
Domingo 3 de Octubre de 2010

DAVID GASOL
NUTRICIÓN NATURAL Y ENERGÉTICA