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La dieta perfecta

Actualmente existen muchas de dietas milagro que nos prometen perder peso sin esfuerzo.
Algunas son a base de batidos que sustituyen nuestra comida, otras serán una combinación mágica de alimentos dependiendo de alguna característica nuestra.
Últimamente una de las dietas Express más extendida, es la hiperproteica, disfrazada bajo el nombre de empresas farmacéuticas, o famosos nutricionistas.
Este tipo de dietas consisten básicamente en reducir el aporte de hidratos de carbono en nuestra dieta, y una elevada cantidad de proteína. De ese modo nuestro organismo pasa a consumir la energía de sus reservas, la grasa, transformándola en hidratos de carbono. Realmente en un primer instante pueden llegar a ser efectivas. Sin embargo a costa de nuestra salud.
A nivel físico, estas dietas acidifican nuestra sangre y nuestro organismo, son desmineralizantes, y debilitan nuestros riñones e hígado.
Y en un plano emocional, son sin duda, absolutamente deficitarias, con lo que tarde o temprano nos cansaremos de la dieta, y es entonces cuando iremos a comer todo eso que nos ha sido prohibido. Recuperando entonces el peso perdido, y algo más de propina.
La dieta perfecta no existe. Sin embargo si creo en un cambio de hábitos que nos lleve a gozar el resto de nuestra vida sin tener que renunciar al placer de comer.
Si no queremos acumular grasa, lo mejor será no comerla. Sin duda somos lo que comemos.
Si a nuestro cuerpo le damos una alimentación equilibrada libre de toxinas, grasas saturadas, productos refinados o muy procesados, y le damos alimentos frescos y naturales en la proporción que nuestro cuerpo necesita, obtendremos nuestro peso natural de forma saludable.
Nuestra dieta diaria debería contener:
•Cereales integrales (arroz, mijo, quinoa, trigo sarraceno, cebada, avena…). Bien cocinados y en su justa mesura serán nuestra principal fuente de hidratos de carbono complejos. Además nos aportan fibra, minerales y aminoácidos esenciales.
•Verduras verdes (judía verde, brócoli, alcachofa, endibia…). En cocciones cortas, nos aportaran frescor, vitaminas, minerales y fibra. Ideales para depurar nuestro organismo.
•Verduras redondas y de raíz (cebolla, zanahoria, calabaza, col, nabo, chirivia…). En cocciones más largas nos aportaran dulzor, fibra y minerales.
•Proteínas de calidad (legumbres, tofu, seitan, tempeh, pescado fresco). Fundamentales para el desarrollo de todas las células de nuestro cuerpo. Será crucial su justa mesura. Estas proteínas además son libres de grasas saturadas, y ricas en ácidos grasos esenciales y minerales.
•Semillas y frutos secos (sésamo, girasol, calabaza, nueces, avellanas…). En pequeñas cantidades, serán nuestra fuente de grasas saludables. Necesarias para la salud.
•Algas (arame, kombu, nori, dulse, espagueti de mar…). Las verduras del mar, son la mejor fuente de minerales que existe en la alimentación. Equilibradas y ricas en fibra, además nos ayudaran a depurar nuestro cuerpo de toxinas, metales pesados y grasas saturadas.
•Pickles y otros fermentos vegetales (chucrut, miso…). Indispensable. Nuestra fuente de probióticos. Refuerza nuestra flora intestinal, nos alcaliniza la sangre, y ayuda a quemar grasas.
La adecuada combinación de estos alimentos nos dará energía, ligereza y claridad.
Con esta alimentación además estamos invirtiendo en salud para hoy y para mañana.

David Gasol

Martes 16 de noviembre de 2010

DAVID GASOL 

 NUTRICIÓN NATURAL Y ENERGÉTICA

 

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